Marc Márquez describe el trance competitivo propio de un campeón. Pero en MotoGP sólo se necesita un milisegundo para llegar al asfalto.
En el Gran Premio de Qatar, Marc Márquez amplió su leyenda al superar a Ángel Nieto en número de victorias (91) e igualar los 114 podios conseguidos por Jorge Lorenzo en MotoGP. Tras cuatro años de incertidumbre, en los que arriesgó la retirada, el de Cervera sigue batiendo récords y busca su noveno título mundial. Y eso lo pondría a la par de Valentino Rossi, quien también se ha convertido en su próximo objetivo en el ranking de victorias (115).
A lomos de la Ducati Desmosedici, el #93 encontró su camino de regreso al título mundial. Para ganar este Mundial solo hay que continuar con lo que se viene haciendo desde el principio de esta temporada de MotoGP. Un auténtico “killer” que está brillando tanto en clasificación como en carrera, pese a aquel error en Texas. Ningún rival puede seguirle el ritmo, ni siquiera el tricampeón Francesco Bagnaia, que debería conocer la moto mejor que él. El único rival de Marc es el propio Marc. La forma en que gestionó el neumático delantero en Losail dice mucho sobre su potencial y sentido de la estrategia.
El ‘Trance’ del campeón
Algunos dicen que Marc Márquez conduce como si estuviera en trance, y eso a veces no es una ventaja. En estas condiciones, el español de 32 años no es consciente de los riesgos a los que se expone.
Es cierto que algunos pilotos entran en trance, lo que significa que están especialmente concentrados. Normalmente, cuando entro en ese trance, no siento el riesgo. Por ejemplo, el fin de semana pasado en Austin me pasó eso», y en esa ocasión se cayó cuando lideraba la carrera por un amplio margen, explicó Marc Márquez.
Pensar significa ir medio segundo, un segundo más lento por vuelta. Porque hay que ser súper preciso, no solo al frenar, sino también en la postura… A veces podemos pensar en otra cosa, pero debemos evitarlo y mantener la concentración.
A la hora de apretar, Marc Márquez no para nunca, tanto que a veces ganar no le basta… quiere dominar. Hace tres o cuatro años, cuando terminaba décimo o duodécimo, a veces pensaba en otras cosas. Pero cuando estás entre los tres primeros, solo piensas en la carrera. El seis veces campeón del mundo de MotoGP ha concluido.